lunes, 23 de abril de 2012

¿De qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al diseño de actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a la evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y educativas que las sustentan?


A partir de la Teoría Sociocultural de Vygotsky donde se plantea que el desarrollo y
el aprendizaje no son una construcción individual, sino que fundamentalmente se trataba de un producto de la participación social vinculado al uso de herramientas culturales, y cómo estas herramientas permiten la mediación de la actividad intelectual. Entre estas herramientas de mediación podría definirse al computador y los demás elementos asociados a la tecnología digital, los cuales permiten crear diferentes contextos de interacción, que le brindan al alumno la oportunidad de apropiarse de conocimiento y desarrollar habilidades asociadas a la participación social alrededor de las mismas. (Newman, Griffin y Cole, 1989).

El paradigma sociocultural introduce un nuevo término denominado “comunidades de práctica” para referirse a la “participación en un sistema de actividades en el que los participantes comparten comprensiones acerca de lo que están haciendo y de lo que esto significa en sus vidas y para sus comunidades” Lave y Wenger (1991: 98).

De esta manera, los participantes de una comunidad utilizan su experiencia común para crear entendimiento mutuo y desarrollar conocimiento. En estas comunidades, los nuevos miembros (aprendices) son entrenados por otros más experimentados (expertos) en un proceso de participación legítima que comienza en la periferia del grupo y conforme los aprendices incrementan la apropiación y maestría de herramientas culturales, su membresía y posición social se vuelve más y más central en la comunidad.

Con este nuevo concepto de comunidades de práctica y el gran auge y uso de las TIC han dado lugar a la emergencia de comunidades virtuales, en las cuales, de manera similar a otras comunidades, el lenguaje, la participación social, y la apropiación de herramientas culturales desempeñan un papel central en la construcción de conocimiento y de las identidades de los participantes. Esta forma de estudiar el aprendizaje forma también parte de los principios del paradigma sociocultural.

El paradigma sociocultural ha sido muy influyente en los últimos años en el surgimiento de nuevas pedagogías centradas en la participación social, el estudio del lenguaje como herramienta clave en la construcción social del conocimiento, el uso extensivo de dinámicas de trabajo en equipo, y la investigación centrada en el uso de las TIC para configurar contextos educativos distintos al aula tradicional, como lo es la educación a distancia y la creación de comunidades de aprendizaje en escenarios educativos innovadores.

El rol del maestro resulta crucial desde esta perspectiva, pues es el responsable de poner en contacto a alumnos y herramientas culturales, de crear situaciones de interacción productivas entre ambos. El paradigma puede correr el riesgo de ser interpretado como una reducción de todos los procesos mentales a la existencia de una pertenencia dentro de un grupo social o puede llevar a suponer obligatoria la utilización de herramientas culturales. Sin embargo, en este paradigma la creatividad es un aspecto esencial de cualquier acto humano, pues los agentes siempre tienen la posibilidad de utilizar una herramienta cultural específica para alcanzar diferentes metas, muchas de ellas simultáneamente (Wertsch, 1998). En otras palabras, el que el aprendizaje esté  intrínsecamente vinculado a la existencia de un contexto sociocultural y herramientas asociadas no ha sido pretexto para estudiar la creatividad y originalidad de los actos de alumnos y maestros.

Partiendo de los elementos más relevantes de teoría sociocultural, donde se observa claramente la importancia del lenguaje, las herramientas culturales y el contexto social donde se desarrolle el proceso de aprendizaje cabe resaltar como todos estos elementos  permiten el diseño de actividades pedagógicas centradas en la persona y que con el apoyo de todos los recursos de la tecnología digital están encaminados al logro de objetivos dentro del diseño Instruccional previamente elaborado por el maestro.


El paradigma sociocultural permite el diseño de actividades pedagógicas mediadas por la tecnología en la medida en que junto a este paradigma se coloquen en práctica los elementos del modelo educativo centrado en la persona, a fin de poder conjugar no sólo el diseño de actividades, sino su evaluación y la pertinencia de acuerdo a los estándares y políticas institucionales y educativas que conlleven a un proceso de aprendizaje exitoso.

Desde este modelo educativo se tienen en cuenta seis círculos, así:

El estudiante como eje central del proceso educativo, para que figuren como actores  y sujetos principales de la acción educativa.

En segunda instancia están los profesores, quienes diseñan el ambiente en el que se ha de desarrollar el aprendizaje de forma cuidadosa, y haciendo la selección de estrategias  y técnicas que permitan el desarrollo de las habilidades. Se podría que la actividad más importante de los profesores está dada en el conocimiento que tenga de sus alumnos (diagnóstico), diseño Instruccional de acuerdo a las necesidades y particularidades de los estudiantes, facilitación o mediación del aprendizaje, evaluación y retroalimentación de los estudiantes y la correspondiente reflexión sobre la práctica, así como el uso adecuado de las TIC y ambientes de aprendizaje basados en tecnología.

El tercer círculo relaciona el área del conocimiento o disciplina, buscando la aprehensión de fundamentos teóricos, que se expresen en el estado del arte de cada tema, la investigación y las prácticas que sean necesarias en la profesión.

Un cuarto círculo hace referencia al contexto institucional, teniendo en cuenta la misión, visión, políticas, normas y la propia cultura institucional desarrollada con el tiempo y que diferencia la escuela de las demás. Así como los elementos tecnológicos que se añaden al proceso de aprendizaje como complemento a la enseñanza.

El quinto representa el contexto sociodemográfico que rodea a la institución, el cual responde a las necesidades que demanda la sociedad o el grupo social en particular.

El sexto componente es el marco filosófico sobre el hecho educativo. Basado en respuestas para preguntas del tipo para qué se educa, cómo debe ser este proceso educativo, quienes son los responsables de educar, cuál es la responsabilidad de los padres, la sociedad, del Estado con respecto a la educación de jóvenes y niños.

Con todos los elementos presentados del paradigma sociocultural y del modelo educativo centrado en la persona, algunas sociedades se han convertido en pioneras del desarrollo de estrategias educativas que mediadas por la Tecnología Digital permitan la incorporación de programas educativos encaminados al mejoramiento continuo de la sociedad en el marco del trabajo desde y hacia el desarrollo individual y colectivo, formando en competencias que permitan al individuo ser cada vez más competitivo en un mercado donde las exigencias son cada vez mayores y las oportunidades muy pocas.

En la medida que la sociedad y la cultura van cambiando, de igual forma los procesos pedagógicos se deben ir transformando, permitiendo de esta manera el equilibrio que conlleve a la formación de individuos competentes y capaces de interactuar con los cambios que se van dando en su entorno.

El desafío prioritario es aprender de los demás, pero debemos escucharnos caminando.
No podemos esperar a conocer hasta la última letra para avanzar, lo urgente es compartir algunas palabras, algunos objetivos y tener la apertura y el tiempo para conocernos más y mejor, en la marcha y el trabajo diario.
Néstor Novelli


Alanís Gonzáels, M., Manejo de la introducción de la innovación tecnológica en educación.

Fernández Cárdenas, J.M., Las tecnologías de la información y la comunicación desde la perspectiva de la psicología.

Heredia Escorza, Y. Romero Murguía, M.E., Un nuevo modelo educativo centrado en la persona: compromiso y realidades.

Fernández Cárdenas, J.M., (2009). Aprendiendo a escribir juntos: Multimodalidad, Conocimiento y Discurso. Monterrey

Ramírez, M.S, (2007). Administración de objetos de aprendizaje en educación a distancia: experiencia de colaboración interinstitucional.