CASOS DE ÉXITO
Incluir TIC en el aula no es solo tener computadores, es abrir la puerta a oportunidades de desarrollo y aprendizaje.
En 1973 la Congregación de
Hermanas Nuestra Señora de la Paz fundó el Colegio Monseñor Bernardo Sánchez
con el propósito de brindar educación a los jóvenes del Barrio Juan Rey, al sur
oriente de Bogotá, sector donde históricamente las dificultades socioeconómicas
se han combinado con escas
as oportunidades para mejorar la calidad de vida de
sus habitantes.
La Fundación Alberto
Merani se alió al colegio con el propósito de ofrecer educación de alta
calidad, en una apuesta por desarrollar un modelo pedagógico innovador, donde
aprendizaje y tecnologías se unen en beneficio de los jóvenes estudiantes para
demostrar que las barreras se pueden quebrantar en el universo digital.
La Fundación
Internacional de Pedagogía Conceptual Alberto Merani,
reconocida por “apoyar la investigación del aprendizaje, el desarrollo de
programas de mejoramiento de la calidad pedagógica, identificación y desarrollo
del talento e innovación en la enseñanza – aprendizaje con la vinculación de
tecnologías de información y comunicación”, quiso desarrollar un proyecto
inspirado en la iniciativa ‘One laptop per child’ (Un computador por niño),
adaptado a la realidad sociocultural de los jóvenes estudiantes.
“Desarrollamos un modelo
uno a uno a uno. Tenemos un computador por estudiante y además tenemos una
mega-aula donde propiciamos el encuentro y la formación conjunta de todos los
alumnos de secundaria del colegio”, comenta Alejandro de Zubiría, Director de
Innovación de la Fundación y Coordinador Académico del Colegio.
Llama la atención saber
que la dotación de computadores no es entregada por el colegio sino que los
alumnos traen sus propios equipos, y aunque parezca increíble, a pesar de las
aparentes condiciones de vulnerabilidad e insuficiencia económica, las familias
de los jóvenes están convencidas de la importancia del uso de TIC para su
desarrollo y por ello invierten en computadores de bajo costo que apoyan su
aprendizaje.
“Un computador portátil
por estudiante. Cada estudiante lleva su computador al colegio, allí a través
de la señal Wi-Fi se conecta a Internet y desarrolla durante toda la jornada el
proceso de enseñanza-aprehendizaje dirigido por su profesor-entrenador”, es una
de las características del Colegio.
El Colegio Monseñor
Bernardo Sánchez – Fundación Alberto Merani es privado, figura entre los
más destacados en logros académicos y principalmente de impacto social en la
comunidad. Los cupos son los más apetecidos de la zona y la pensión completamente
asequible para una familia de estrato 2 de Bogotá.
“Sabemos que el
mejoramiento social corresponde a la calidad educativa que se brinda a las
personas, por ende, nuestro principal objetivo con dicha alianza es poder
ofrecer educación de carácter privado a cualquier persona, sin la necesidad de
asumir costos de matrícula o pensión”, señala la presentación de la alianza
entre el Colegio y la Fundación Merani.
Computadores por niño, uso
de herramientas TIC en el aula, educación privada de calidad a bajos costos,
¿cómo lo hacen? “Creyendo en el potencial de la comunidad y especialmente de
los niños”, afirma De Zubiría con total convicción de que la educación es el
motor de la transformación social.
Jóvenes que fuera del
colegio están marcados por la etiqueta de ‘población vulnerable’, en las aulas
y frente a un computador demuestran que pueden estar al mismo nivel (si no
superior) que otros de su misma edad de estratos mucho más altos y pensiones
con seis ceros a la derecha.
Las instalaciones del
Colegio Monseñor Bernardo Sánchez están ubicadas en una zona privilegiada
en medio de la reserva natural del ‘Parque entre Nubes’, a más de 3.000 mts sobre el nivel del
mar, en el límite suroriental de la capital, donde, además de una acogedora
construcción que alberga aulas de clase tradicionales para estudiantes de
secundaria (no hay primaria en la institución), también cuenta con una
‘Mega-aula’, construida con forma de domo en medio de las zonas verdes, como
punto de encuentro para el desarrollo del modelo de pedagogía conceptual que
trajo la Fundación Merani.
En permanente interacción
con la naturaleza, los estudiantes aprenden en clases como ‘Matemáticas para la
vida’, ‘Ética y liderazgo con inteligencia emocional’ y ‘Lectores
competentes 2.0’, todas ellas enfocadas en aplicar el conocimiento en la vida
diaria y en integrar a los jóvenes a la Sociedad del Conocimiento.
La Mega Aula
Concebida como un espacio
para la generación y circulación del conocimiento, una vez por semana todos los
estudiantes del colegio se reúnen en ella para recibir clases conjuntas,
basadas en la pedagogía conceptual, metodología que potencia el desarrollo de
competencias intelectuales y afectivas, combinando el uso de TIC.
Con escasa conectividad a
Internet, derivada de la lejanía de su ubicación y el bajo nivel de acceso a la
red en el barrio circunvecino, la Megaula cuenta con un sistema de Wi-Fi que
soporta el trabajo colaborativo que los jóvenes desarrollan en conjunto,
valiéndose principalmente de las herramientas que Google ofrece, como Docs,
Drive, Forms y G+, muchas de estas utilizadas como medio para el desarrollo de
las evaluaciones diarias de seguimiento al aprendizaje de cada estudiante.
“El colegio cuenta con una
Mega Aula donde todos los estudiantes se integran en un solo espacio físico
para re-construir el conocimiento, compartir sus saberes, argumentar sus ideas,
construir sus proyectos y socializar sus resultados. La Mega Aula también sirve
de espacio para desarrollar actividades como la Feria de Exposición de
Proyectos, dirigida a padres de familia y la comunidad educativa; (además
funciona como) campo de deportivo y salón de conferencias”, según se referencia
entre las características del Colegio.
Aula Móvil
El aula móvil es un bus
completamente adaptado como espacio de aprendizaje, con sillas y mesas que
rodean computadores conectados a Internet Móvil, que resulta ser, más que un
atractivo para los estudiantes, toda una revolución en la forma de aprender y
enseñar con el uso de TIC.
Y aunque sea difícil de
crear, el secreto del aula móvil no está en su conexión a Internet, aunque
sobra decir que el vehículo puede ser la envidia de quienes ansían integrar las
TIC en sus iniciativas, sino que se concentra en la metodología de enseñanza
– aprendizaje propuesta en su interior:
Un grupo de jóvenes junto
a un docente visitan distintos lugares de la ciudad de acuerdo a la pertinencia
con su objeto de estudio; durante el recorrido entre el colegio y su destino la
jornada de clases continúa normalmente al interior del vehículo, y tal como se
hace en la Mega Aula, gracias a la conexión de Wi-Fi Móvil es posible construir
de forma colaborativa conocimiento acerca del lugar que se visitará y la
pertinencia del recorrido.
A modo de ‘guía
turística’ co-creada por los estudiantes, cada recorrido resulta
enriquecedor no solo por el punto de llegada sino por la forma en que se amplía
la visión de mundo de los estudiantes y se logra interrelacionar el espacio
físico con la información digital.
El ejemplo del Colegio
Monseñor Bernardo Sánchez – Fundación Alberto Merani, resulta ser la
prueba reina de que es posible una verdadera integración entre educación de
calidad, tecnología y condiciones socioeconómicas poco favorables.
El compromiso de las
familias y el apoyo de la institución logran dotar a cada estudiante con su
propio computador, eliminando así las barrera de acceso a los
dispositivos; la pedagogía conceptual y las metodologías educativas basadas en
la integración de herramientas gratuitas online hacen posible una educación de
calidad basada en el desarrollo de la era digital; y la voluntad de los jóvenes
por aprender y transformar sus entornos resulta ser el mayor logro de un modelo
digno de conocer y replicar.
Todas estas experiencias reúnen evidencias de cómo se
trabaja en el marco de la Pedagogía Conceptual y son un sustento valioso para
orientar la labor educativa desde otro contexto donde se involucre el uso de
las tecnologías, la innovación y el trabajo en ambientes diferentes que
permitan el desarrollo de competencias y habilidades en los estudiantes no sólo
desde la dimensión cognitiva sino también desde lo afectivo lo cual responde a
un componente valioso del ser humano.
Referencias
Recuperado de: http://fundamerani.org
Molano, A. Corporación
Colombia Digital.


